|
Tomado de
Contabilidad gerencial, como instrumento de dirección de una empresa,
requiere de la consideración del contexto en el cual la misma opera.
Generalmente, la contabilidad debe diseñarse acorde al personal que se
encuentra trabajando en la empresa, considerando la cultura
correspondiente a la entidad, la misma debe relacionarse con las
estrategias planificadas en el área de la dirección empresarial.
Contenido[ocultar] |
Requisitos de la contabilidad gerencial
La contabilidad gerencial debe ser planeada y diseñada en
concordancia a las características que posee la empresa y lógicamente en
función de la estructura de control. Esto implica la determinación en
cada uno de los aspectos fundamentales para poder realizar dicho control
empresarial.
Un factor que muchos empresarios y gerentes personales de diferentes
empresas ignoran con respecto a la contabilidad gerencial es el hecho de
que, a la hora de llevar a cabo dicha actividad contable, la misma debe
presentar indicadores de gestión no financieros, independientemente de
que sean cuantitativos o cualitativos, para que de esta manera se puedan
complementar aquellos indicadores financieros, permitiendo así un
diseño mucho más atractivo en cuanto a la estructura de la dirección de
la empresa.
Es preciso que para lograrlo se definan las unidades de medidas que
serán empleadas para poder evaluar los objetivos iniciales de la empresa
y todas las situaciones futuras de la misma.
La contabilidad gerencial aplicada en la dirección, suele desarrollar
todo lo anteriormente explicado, en función de la identificación de
todas las variables que puedan resultar claves para la empresa, en
cuanto al conjunto de sus actividades. Una vez que las mismas hayan sido
identificadas, serán seleccionadas a nivel global, junto con el
seguimiento que se le realizará a indicadores financieros y no
financieros, mediante un cuadro de mando confeccionado por la
contabilidad gerencial. Por último queremos destacar que según el nivel
de de prioridad que se presente en cada uno de estos casos, la
contabilidad gerencial sufrirá de una variación de sus propias
características.
El nuevo portafolio del contador gerencial
Los grandes cambios conceptuales van generando la necesidad de un
proceso adaptativo en el ámbito internacional e interamericano en cada
uno de los países y en sus organizaciones de negocios en particular. La
propuesta consiste en concentrarse para precisar qué hacer hoy, si los
fines son encontrarnos mejores posicionados en el mañana. Todo ello a la
luz de las nuevas realidades.
Naciendo así una nueva generación de contadores que se manejen de la
manera más correcta frente a las decisiones administrativas, quienes más
allá de verificar y producir informaciones claves para la empresa,
deben estar habilitados para realizarlas, analizarlas e interpretarlas
solventemente a los fines analíticos y decisionales.
Existen dos tipos de contadores, con su respectivo modelo: La
contabilidad tradicional y la contabilidad gerencial.
La situación del contador gerencial acusa carencias frente al cuadro
situacional aportado; los recursos técnicos a los cuales apela
tradicionalmente el contador gerencial plantean anacronismo e in
suficiencias.
Los aspectos más sobresalientes del contador tradicional denotan la
influencia de una cultura tradicional. El tipo de participación que
normalmente asume el contador tradicional en la fijación de "metas" y
"objetivos", como referentes válidos de la gestación del negocio, está
reducida a una recopilación de datos, una incorporación de éstos al
sistema de control presupuestario y a una generación de la información
relativa a los desvíos registrados.
Cuando al CPA se le ordena como un soldado que asuma tal o cual
responsabilidad, que es contra la ética de la profesión, tiene de
relieve su rol dentro de la organización y su puesto.
Debemos entender que las organizaciones luchan en un mundo lleno
de subjetividad y muy exigente, en la cual la moral de la empresa, la
moral ética del CPA y las decisiones administrativas emanadas de la
misma empresa, ponen a prueba la fe en lo correcto y lo que es mejor
para ambos.
Los nuevos atributos demandados para el CPA gerencial son:
• Mantenerse a la vanguardia de las organizaciones de negocios mediante
iniciativas que emergen de un estilo proactivo y anticipador, más allá
de los enfoques reactivos que lo posicionen como un nuevo observador de
hechos históricos.
• Concentrarse en el análisis de las variables, que es hacia donde se
direcciona la toma de decisiones.
• Incorporar definitivamente la lógica en el proceso decisional.
• Encarar con flexibilidad las situaciones nuevas que se encuentran
sometidas al análisis e interpretación.
La información contable en las decisiones empresariales
El proceso decisional en la empresa adquiere especial importancia,
por cuanto el éxito y el cumplimiento de los proyectos están asociados
con la calidad de las decisiones que tomen los ejecutivos.
La toma de decisiones, entonces, constituye uno de los puntos
principales en la gestión de las empresas y la información juega un rol
relevante.
El sistema de información económico financiero constituye uno de los
principales pilares de las empresas, su misión es prever de la
información adecuada de todos los niveles de ella, principalmente en
apoyo de las decisiones empresariales.
La contabilidad forma parte del sistema de información de la
empresa y cumple un rol relevante en su funcionamiento. El nuevo
portafolio del contador gerencial que nos proponemos, es que el CPA tome
una participación activa dentro de las organizaciones y las decisiones
administrativas.
La información contable se expresa en informes referidos a distintos
aspectos.
Entre éstos están los llamados Estados Básicos. Los estados
básicos están generalmente elaborados para usuarios externos de las
empresas. Esta información, a su vez, recibe el nombre de Contabilidad
Financiera.
La contabilidad financiera tiene como base el registro de las
operaciones en estructuras contables expresadas en la normativa vigente y
el procesamiento de la información se ajusta a las Normas
Internacionales de Contabilidad.
La elaboración de la información contable para la toma de decisiones y
las decisiones administrativas que luego toma la organización cuando ve
que la información no es favorable, ordenando de manera irresponsable a
que los estados sean maquillados, arreglados e incluso desviando
informaciones.
Cuando todo esto se descubre, el CPA queda envuelto en una telaraña de
acusaciones y escándalo con los administradores de la empresa y las
comisiones que investigan los hechos, quedando manchadas su ética y
moral.
El contador público en la dirección empresarial
La contabilidad es reconocida actualmente como una de las más
importantes profesiones que ayudan a la gestión empresarial.
El CPA es una persona dedicada y con alto grado de habilidad analítica,
hace uso inteligente de la información contable, conoce la técnica
contable, las limitaciones que ellas aportan da una interpretación
correcta a los enunciados financieros, tiene en sus manos la herramienta
básica de la gestión empresarial.
Al poseer estas virtudes y cualidades, le hacen merecedor de posiciones
gerenciales de decisión en la empresa, considerando que el buen
comportamiento de la organización depende, en gran medida, de la
adecuada dirección asigne a este en la institución.
El CPA en un cargo de gestión, deberá trazar programas en el que
se consideren reuniones con la alta directiva de la empresa. También
requiere retroalimentar lo que se está haciendo y disponer instrucciones
para mejorar el desarrollo de la empresa.
La aptitud que adopte el contador público como profesional en su
tarea directiva, debe estar encaminada a crear el ambiente propicio para
la labor colectiva, de manera que cada trabajador contribuya a
conseguir los fines comunes de la organización.
Los fraudes más comunes en la contabilidad
Las diferencias esenciales entre los delitos contables de los
empresarios y de los empleados consiste en lo siguiente: Mientras estos
últimos efectúan las manipulaciones contables fraudulentas para encubrir
malversaciones ya cometidas o en preparación, los patrones dirigen sus
artificios en contabilidad hacia la falsa interpretación de la situación
comercial en su totalidad.
Los delitos contables del empresario representan, desde su origen, el
móvil perseguido. Su objetivo es siempre ocultar la verdad del balance,
aún cuando, a veces, ocasionen confusiones en operaciones sueltas.
Los delitos contables se descomponen en tres grupos:
a) Los que se cometen en el curso del ejercicio.
b) Los que se efectúan al formular el inventario con repercusiones en el
balance.
c) Los delitos de balance propiamente dicho.
Todos estos delitos son cometidos por órdenes expresa de los que
administran la empresa, y muchas veces de acuerdo con los profesionales
de la contabilidad.
Cada vez que alguna parte de la información contable es:
sobrevaluada, alterada, desviada, dislocada, etc., se mira al
profesional de la contabilidad como el responsable de la misma, ya que
sin la debida anuencia de éste, no se podría haber cometido el fraude
contra la sociedad y el Estado.
El CPA es el responsable de verificar, analizar y corregir cualquier
anomalía que se presente con los estados financieros, y si éste, a
sabiendas que algo está mal, firma el documento dando fe de que todo
está bien, es culpable por haber fallado a los principios de la ética y
la moral por la cual juró defender.