Tomado de http://www.auditool.org
En
otras ocasiones he escrito para esta revista sobre cuestiones que
considere novedosas e importantes sobre administración de riesgos para
participantes en el mercado financiero o el sector comercial y/o de
servicios. Obviamente, todos esos temas afectan a nuestra profesión
En
este artículo quisiera dar un giro y tratar sobre la administración de
riesgos de las firmas medianas y pequeñas de Contadores Públicos como
entidades económicas.
Por
lo general, las grandes firmas de Contadores Públicos tienen la
estructura, los recursos y una metodología propia suficiente para poder
evaluar los diferentes riesgos que inciden dentro de su entorno. Se
contratan universidades y especialistas; se tiene la masa crítica para
realizar estudios y sacar conclusiones confidenciales, al menos eso se
espera de la inversión de dichos recursos en temas de administración de
riesgos.
Sin
embargo, en gran medida, una profesión es compuesta por sociedades
medianas y pequeñas (incluso profesionistas independientes), cuyos
riesgos financieros, de mercado, operacionales y legales resultan
diferentes a los de las grandes firmas y, en muchos casos, han sido poco
estudiadas y analizadas.
Es
obvio que muchos de los riesgos que enfrentan este último tipo de
firmas son percibidos de manera empírica por sus socios, quienes de una u
otra forma van sorteando los peligros a los que se va enfrentando en el
día a día.
Pero:
- ¿Cuánto capital necesita la firma?
- ¿Cuánto necesita de seguro de riesgos profesionales?
- ¿Cómo se va a afectar la firma por requerimientos tecnológicos impuestos por autoridades hacendarias y regulatoria?
- ¿Cuál es la dependencia en ciertos clientes?
- ¿Y si me demandan por un trabajo?
Para
llegar a una serie de recomendaciones validas, primero haré una
explicación y un breve análisis de cada uno de los riesgos tradicionales
a los que este tipo de firmas están expuestas.
- Riesgo de mercado.
Su definición general es: “la exposición a una variación negativa en
costos o utilidades debido a un cambio en los precios de mercado”.
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- Riesgo de liquidez. Nos habla de la posibilidad de obtener un efecto negativo al vender un servicio difícil de ser colocado en el mercado.
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- Riesgos de contraparte. Puede
señalarse que son los posibles costos de resultar asociado con un
cliente que no pudiera pagar los servicios que se le proporciona a
clientes que causan un daño al asociar el nombre de la firma contable
con ellos, como son los delincuentes o personas de dudosa reputación,
etcétera.
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- El riesgo de operación. Este
viene como consecuencia de deficiencias o limitaciones operativas del
propio negocio como puede ser la ausencia de suficiente personal
capacitado, la falta de preparación, etcétera.
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- El riesgo legal. Se
ha comenzado a separar del riesgo operacional, sin embargo, para
efectos de este artículo lo dejaremos incluido en el riesgo operacional.
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Los
anteriores riesgos se manejan comúnmente en administración de riesgos
de las empresas, pero ¿cómo lo podríamos traducir a una firma contable?
Tal
vez podríamos manejarlos como riesgos de carácter cuantitativo,
cualitativos, riesgos provenientes de la administración del negocio y
resultados de auditorías recientes.
El
riesgo cuantitativo debe ser evaluado por aspectos tales como la
suficiencia de los flujos de efectivo del negocio la cantidad de capital
de la propia firma, la suficiencia de los honorarios a cobrarla
situación financiera del negocio, etcétera.
El
riesgo cualitativo del negocio debería ser dado por aspectos tales como
la industria en la que esta inmersa la firma con sus principales
clientes, su número de clientes y proveedores, experiencia de la
administración a cargo del negocio, número de productos en el mercado,
personal clave en la operación, etcétera.
El
riesgo que emana de la operación del negocio, por parte de la
administración encargada, resulta de temas tales como la presión de los
socios para que la administración genere utilidades o flujos positivos
de efectivo, necesidades de financiamiento, capital adicional, reservas
para no reconocer (o reconocer) inadecuadamente ingresos, compensaciones
muy altas de la administración basadas en resultados. Los indicios de
prácticas contables no sanas también pueden dar como resultado un
riesgo, solo comparable con la falta de sinceridad (ocultar información)
de la administración para con los socios de la firma.
Los
resultados de auditorías recientes a las cuentas y controles de la
propia nos pueden señalar los riesgos que otros profesionales de la
Contaduría han detectado en el pasado reciente. La presión que se hizo
para imponer ideas, fechas irrazonables de entrega de informes, fraudes
detectados, salidas inexplicables de personal de la firma, etcétera.
Los
litigios son también una fuente de riesgo para la firma, así como las
operaciones o contratos innecesariamente complejos con partes de la
firma, etcétera.
Como
se puede apreciar, el tratar de convertir los riesgos generales
tradicionales en riesgos aterrizados para la profesión contable
(industria especifica) resulta complejo y no es sino después de una
cuidadosa evaluación de los mismos, sus ponderaciones y sus equilibrios
lo que puede llevar a saber si el riesgo que está tomando con los
contratos celebrados es aceptable o no.
Una
sugerencia para realizar dicha evaluación de los riesgos totales de la
firma es la elaboración de una o varias matrices de riesgo en donde se
evalúen los diferentes tipos de riesgo a los que está sujeta la firma
mediante asignación de valores de cada uno de los diferentes riesgos
anotados arriba.
Una
vez desarrollado el análisis a través de una matriz con datos
ponderados, el resultado sería un esquema, tal vez como la siguiente:
Del análisis de dicha matriz (matrices) se llegará a decisiones de negocio para las firmas.
Se
podrán definir los niveles de capitalización, o niveles de seguro, o lo
que se busque administrar, mitigar o incurrir en los diferentes tipos
de riesgos a los que está sujeta la firma en particular.
Pero
este tema para firmas medianas o pequeñas con socios que tienen
experiencia podría resultar bastante obvio, por lo que imaginemos el
darle un giro a este mismo tópico y apliquemos el mismo concepto de
administración de los riesgos para con respecto a la aceptación o
continuidad de los clientes con los cuales trabaje la firma.
Conclusión
En
la época actual, en el cual se requiere de una administración más
efectiva, eficaz y profesional de las firmas de Contadores Públicos, y
en donde comienzan a hacerse comunes las demandas hacia los Contadores
Públicos externos, resulta de suma importancia adoptar conceptos de
administración de riesgos hacia dentro y fuera de las firmar para
prevenir problemas de gravedad para éstas y los socios que la integran.
CPC Eduardo Gonzalez Dávila
PWC México
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