Las
etapas o fases en que tradicionalmente se ha dividido el proceso de la
auditoría externa se sintetizan en las que recogemos en el cuadro 2 a
continuación: [Para profundizar en la materia que estudia las fases
tradicionales de la auditoría entendida como proceso, pueden consultarse, entre
otros, los trabajos de Gironella (1976, p. 31; 1979, p. 1-11), y el de Casals,
Gassó y Soria (1987, pp. 113-124). En el contexto internacional, Felix y Kinney
(1982, p. 246), Gray (1991, p. 138) y Whittington y Pany (1995, p. 4). Esta
materia es objeto de estudio en el tema 4 del programa de la asignatura, por lo
que remitimos al alumno a dicho tema.]
1ª Contactos preliminares
2ª Redacción del contrato de auditoría
3ª Planificación
4ª Desarrollo del programa de auditoría
5ª Confirmaciones con abogados y asesores externos
6ª Supervisión
7ª Obtención de la carta de manifestación de la dirección
8ª Entrega de la carta de recomendaciones
9ª Entrega del informe de auditoría
|
Cuadro
2. Fases del proceso de auditoría de cuentas
En
lo que respecta a la auditoría fiscal privada específica -de acuerdo con el
concepto estudiado en la primera parte de este tema- entendemos que las fases que atraviesa la misma,
en poco o nada difieren de las señaladas para la auditoría con un alcance más
general.
Sin embargo, conviene que señalemos con más detalle las fases del proceso que presentan ciertas particularidades en auditoría fiscal, o que adquieren una mayor relevancia en el proceso de obtención de evidencia seguido por el auditor externo independiente.
En la tabla siguiente exponemos con mayor detalle las fases y las principales actuaciones llevadas a cabo por el auditor fiscal privado en cada una de ellas.
Sin embargo, conviene que señalemos con más detalle las fases del proceso que presentan ciertas particularidades en auditoría fiscal, o que adquieren una mayor relevancia en el proceso de obtención de evidencia seguido por el auditor externo independiente.
En la tabla siguiente exponemos con mayor detalle las fases y las principales actuaciones llevadas a cabo por el auditor fiscal privado en cada una de ellas.
Fase
|
acción principal
|
otras actuaciones relevantes del auditor
|
|
Determinación afirmaciones
|
1ª
|
Contactos preliminares
|
—Estudio previo del control interno de la entidad
—Comprensión del sistema administrativo y contable
mediante el análisis de estados financieros intermedios
—Presentación de propuesta de colaboración profesional
o presupuesto
|
2ª
|
Formalización del contrato de auditoría y de la
carta mandato
|
—Fijación de los honorarios
—Delimitación del alcance de la auditoría y de las
responsabilidades del auditor y la entidad
—Establecimiento del grado de colaboración con el
personal de la entidad
—Determinación de los plazos de ejecución del
trabajo
|
|
obtención y documentación evidencia
|
3ª
|
Planificación del trabajo
|
—Estudio del sistema de control interno,
administrativo y contable de la entidad, mediante el cuestionario fiscal de
control interno
—Estudio de antecedentes, declaraciones fiscales,
libros-registro, documentación-soporte, métodos y legislación de carácter
fiscal; comprensión de la problemática fiscal de la entidad
—Revisión analítica preliminar y planificación de
las sucesivas revisiones analíticas
—Evaluación del riesgo total de auditoría
—Determinación de las bandas de importancia relativa
—Confección del programa de auditoría
|
4ª
|
Desarrollo del programa de auditoría
|
—Realización de pruebas de cumplimiento o control
—Ejecución de pruebas sustantivas: método de las
conciliaciones globales, confirmaciones con terceros (asesores fiscales y
laborales, abogados, acreedores y deudores), etc.
—Utilización de sistemas de ayuda a la decisión y
sistemas expertos en auditoría fiscal
—Adaptación sistemática del programa de auditoría en
función de la evidencia obtenida
—Documentación de la evidencia obtenida
—Obtención de conclusiones preliminares
|
|
contrastación evidencia
|
5ª
|
Supervisión
|
—Control de calidad del trabajo por personas ajenas
al equipo de auditoría y discusión de las conclusiones preliminares
—Establecimiento de las conclusiones finales
—Determinación de los puntos débiles de control
interno, administrativo y contable
—Cuantificación del riesgo fiscal contraído por la
entidad y determinación de las probabilidades relativas de cada contingencia
—Definición de ajustes y actuaciones a recomendar
|
6ª
|
Obtención de la carta de manifestaciones de la
dirección
|
—Revisión de hechos posteriores al cierre del
ejercicio
—Redacción de la carta de recomendaciones o
sugerencias
—Cierre de los puntos de revisión
|
|
emisión opinión
|
7ª
|
Entrega de la carta de recomenda-ciones
|
—Identificación de los puntos débiles de control
interno y propuestas de mejora
—Proposición de ajustes contables y de otras
actuaciones a emprender por los responsables de la entidad
—Comunicación del riesgo fiscal contraído
|
8ª
|
Entrega del informe de auditoría
|
—Análisis de las actuaciones emprendidas por la
entidad
—Contrastación de la información contable con PyNCGA
—Reflejo de la evidencia obtenida
—Emisión de la opinión profesional
|
Tabla
3. Fases de la auditoría fiscal privada y principales actuaciones del auditor
en cada una de las fases
Las
fases descritas en la tabla anterior no tienen por qué ser necesariamente
secuenciales, es decir, no tiene que terminarse completamente cada una de ellas
para iniciarse la siguiente.
Como puede deducirse de la tabla anterior, y basándonos en Gironella (1979, p. 4), la auditoría fiscal consiste básicamente en un proceso de investigación que, desde esta perspectiva, se compone de las etapas que recogemos en el cuadro 3:
Como puede deducirse de la tabla anterior, y basándonos en Gironella (1979, p. 4), la auditoría fiscal consiste básicamente en un proceso de investigación que, desde esta perspectiva, se compone de las etapas que recogemos en el cuadro 3:
1. Determinación de las afirmaciones a probar
2. Obtención de la evidencia 3. Documentación y acumulación de la evidencia 4. Examen de la evidencia 5. Contrastación de la evidencia 6. Formulación de la opinión |
Cuadro
3. Etapas de la auditoría desde la perspectiva de la evidencia
Tanto
las actividades de auditoría como sus inherentes actividades de procesamiento
humano de la información, [La relación de la auditoría con la teoría del
procesamiento humano de la información, en el contexto del proceso de toma de
decisión del auditor, ha sido ampliamente tratado por la doctrina. Un profundo
estudio sobre los trabajos que pueden consultarse sobre esta materia ha sido
publicado por Gonzalo y Guiral (1998).] relacionadas con el proceso de
formación de la opinión, podrían sintetizarse en cuatro fases (cuadro 4):
1. Planificación (generación de hipótesis)
2. Acumulación de la evidencia (búsqueda de la información) 3. Evaluación de la evidencia (evaluación de la información) 4. Decisión adoptada (elección) |
Cuadro
4. Etapas de la auditoría desde la perspectiva del procesamiento humano de la
información
Entendemos
que la conceptuación de la auditoría fiscal privada desde el punto de vista de
la evidencia, es extensible a la auditoría fiscal pública y también, incluso,
al resto de clases de auditoría, sean o no financiera o de cuentas.
En
el caso de la auditoría fiscal pública, es decir, la realizada por funcionarios
del estado con el fin de comprobar si los contribuyentes han cumplido sus obligaciones
fiscales, podemos también establecer las distintas fases que atraviesa,
señalando los principales hechos asociados a cada una de ellas, tal y como
recogemos en la tabla 4:
Fase
|
Acción principal
|
Otras actuaciones relevantes del auditor
|
|
obtención y documentación evidencia
|
1ª
|
Contactos preliminares
|
—Grabación masiva de datos declarados por los
contribuyentes
—Selección de contribuyentes mediante el análisis de
la consistencia de los datos fiscales declarados por el contribuyente y por
terceros, y de otros procedimientos de selección
—Requerimiento a comprobación e interrupción de la
prescripción fiscal
|
2ª
|
Planificación del trabajo
|
—Petición de datos, libros-registro y
documentación-soporte
—Estudio del sistema de control interno,
administrativo y contable del contribuyente y comprensión de su casuística
fiscal
—Confección del programa de auditoría
|
|
3ª
|
Desarrollo del programa de auditoría
|
—Realización de pruebas de cumplimiento o control y
ejecución de pruebas sustantivas: método de las conciliaciones globales,
confirmaciones con terceros (asesores fiscales, abogados, acreedores y
deudores), etc.
—Utilización de sistemas de ayuda a la decisión y
sistemas expertos en auditoría fiscal
—Comparación de la información obtenida con la de
bases de datos
—Adaptación sistemática del programa de auditoría en
función de la evidencia obtenida
—Documentación de la evidencia obtenida
—Obtención de conclusiones preliminares
|
|
contrastación
evidencia
|
4ª
|
Supervisión
|
—Control de calidad del trabajo por el superior
jerárquico
—Establecimiento de las conclusiones finales
—Cálculo de la deuda tributaria: cuota, sanciones e
intereses de demora
|
emisión opinión
|
5ª
|
Formalización y entrega de las actas o documentos
equivalentes
|
—Discusión y negociación las conclusiones obtenidas
—Reflejo de la evidencia obtenida
—Comunicación de recursos contra el acuerdo adoptado
|
Tabla 4. Fases de la auditoría fiscal pública y principales actuaciones del auditor
No
cabe duda de que -desde la perspectiva de la evidencia- las coincidencias entre
la auditoría fiscal pública y privada son evidentes, pero constatamos también
que muchas de las actuaciones emprendidas por ambos tipos de auditores son
coincidentes, sobre todo en lo que respecta a la obtención y evaluación de la
evidencia.
En
los apartados siguientes pasamos a estudiar las principales actuaciones que son
desarrolladas por el auditor fiscal externo en cada una de las etapas
expuestas, bien porque dichas actuaciones presentan especialidades respecto a
las de una auditoría de alcance completo, bien por la importancia que adquieren
las mismas en la perspectiva de la auditoría fiscal entendida como proceso de investigación.
1) Planificación del trabajo: estudio del
sistema de control interno y determinación del riesgo de auditoría
Entendemos
que el estudio del control interno establecido por la entidad, ayudará al
auditor a determinar la naturaleza, el alcance y el momento de ejecución de las
pruebas sustantivas a realizar, sentando las bases sobre las que razonará la
evidencia obtenida.
Como norma general las tareas que va a desarrollar el auditor se planifican con anterioridad al comienzo del trabajo, fijándose unos criterios objetivos y constantes sobre los que basa la planificación. Dicha planificación especificará los procedimientos de auditoría que se van a emplear, la extensión que se va a dar a las pruebas, el momento en que éstas se van a aplicar, y los papeles de trabajo donde se registrarán los resultados.
La planificación inicial debe ser objeto de un seguimiento continuo durante la ejecución del trabajo, con el fin de adaptarla a las circunstancias cambiantes -sobre todo en la mente del auditor-, debido a que, a medida que va introduciéndose en el núcleo de la entidad auditada, va descubriendo defectos e inconvenientes, así como nuevas necesidades de su programa de trabajo que debe ir corrigiendo.
En el proceso de obtención de evidencia a que se somete el auditor, tanto el análisis detenido del control interno como la posterior ejecución de pruebas de cumplimiento y sustantivas conducen a la formación del juicio profesional, pues entendemos que la opinión del auditor -aunque con un alcance más limitado- lo es también sobre el sistema de control interno de la entidad.
A pesar de que ambos métodos -análisis del control interno y procedimientos- son complementarios y no se puede omitir la aplicación de ninguno de ellos, en auditoría fiscal nos mostramos partidarios de los segundos como mayores coadyuvantes al proceso de obtención de la evidencia, aunque sin desmerecer en absoluto al análisis del control interno, que se erige en imprescindible, pues en su estudio se basa la ejecución de los distintos procedimientos.
Como medio para obtener evidencia de los controles establecidos de la entidad, el auditor cumplimenta un cuestionario de control interno, el cuestionario o guía fiscal, a través de las indagaciones -principalmente de forma oral- realizadas cerca de personas con responsabilidades en las tareas de planificación y preparación de las declaraciones fiscales.
En una auditoría de cuentas de alcance general, un sentido estricto de economía de escala lleva al auditor a programar y organizar las pruebas sustantivas de tal forma que los mismos conceptos seleccionados por auditoría para determinados fines específicos, sean utilizados también para satisfacer el grado de cumplimiento de las normas fiscales que la entidad ha alcanzado. En los papeles de trabajo deben ser previstas las columnas en las que figure el examen de los conceptos que se detallan en el cuadro 5 a continuación:
Como norma general las tareas que va a desarrollar el auditor se planifican con anterioridad al comienzo del trabajo, fijándose unos criterios objetivos y constantes sobre los que basa la planificación. Dicha planificación especificará los procedimientos de auditoría que se van a emplear, la extensión que se va a dar a las pruebas, el momento en que éstas se van a aplicar, y los papeles de trabajo donde se registrarán los resultados.
La planificación inicial debe ser objeto de un seguimiento continuo durante la ejecución del trabajo, con el fin de adaptarla a las circunstancias cambiantes -sobre todo en la mente del auditor-, debido a que, a medida que va introduciéndose en el núcleo de la entidad auditada, va descubriendo defectos e inconvenientes, así como nuevas necesidades de su programa de trabajo que debe ir corrigiendo.
En el proceso de obtención de evidencia a que se somete el auditor, tanto el análisis detenido del control interno como la posterior ejecución de pruebas de cumplimiento y sustantivas conducen a la formación del juicio profesional, pues entendemos que la opinión del auditor -aunque con un alcance más limitado- lo es también sobre el sistema de control interno de la entidad.
A pesar de que ambos métodos -análisis del control interno y procedimientos- son complementarios y no se puede omitir la aplicación de ninguno de ellos, en auditoría fiscal nos mostramos partidarios de los segundos como mayores coadyuvantes al proceso de obtención de la evidencia, aunque sin desmerecer en absoluto al análisis del control interno, que se erige en imprescindible, pues en su estudio se basa la ejecución de los distintos procedimientos.
Como medio para obtener evidencia de los controles establecidos de la entidad, el auditor cumplimenta un cuestionario de control interno, el cuestionario o guía fiscal, a través de las indagaciones -principalmente de forma oral- realizadas cerca de personas con responsabilidades en las tareas de planificación y preparación de las declaraciones fiscales.
En una auditoría de cuentas de alcance general, un sentido estricto de economía de escala lleva al auditor a programar y organizar las pruebas sustantivas de tal forma que los mismos conceptos seleccionados por auditoría para determinados fines específicos, sean utilizados también para satisfacer el grado de cumplimiento de las normas fiscales que la entidad ha alcanzado. En los papeles de trabajo deben ser previstas las columnas en las que figure el examen de los conceptos que se detallan en el cuadro 5 a continuación:
Cuadro
5. Principales conceptos que deben ser examinados en los papeles de trabajo del
auditor fiscal
El
alcance definitivo de estas pruebas dependerá en buena parte del resultado
obtenido en la primera fase de estas comprobaciones, habida cuenta del nivel de
confianza que deseamos alcanzar. Cuanto mayor sea el número de errores o
desviaciones detectados, mayor deberá ser el número de pruebas cualitativas
adicionales que habrían de realizarse para satisfacerse de si los errores
responden y reflejan la excepción o, por el contrario, son un reflejo de la
tónica habitual.
La
información obtenida mediante el cuestionario fiscal, junto con el archivo
histórico o historial fiscal de la empresa son, en la práctica, las dos
principales fuentes de datos útiles para confeccionar el programa y seleccionar
las pruebas sustantivas.
Para aprender más: Recogemos como anexo al presente trabajo, un modelo de
cuestionario fiscal destinado a comprender y analizar el área fiscal de
personas jurídicas sujetas a los principales impuestos.
|
El
citado cuestionario fiscal se subdivide, a su vez, en dos partes bien
diferenciadas: en la primera de ellas se anotan las respuestas recibidas a las
preguntas formuladas sobre las distintas cuestiones del control interno para
cada uno de los impuestos; de esta forma se esquematizan -en forma de
respuestas lógicas SÍ/NO- las contestaciones recibidas, cuyo significado se
asocia a un grado cierto de riesgo que responde al criterio que recogemos en la
tabla 5:
Respuesta recibida
|
Significado (en general) y consecuencias para la
auditoría
|
SÍ
|
El control interno establecido por la entidad es
razonablemente satisfactorio; se practicarán preferentemente pruebas de
cumplimiento o de control para probar las afirmaciones realizadas
|
NO
|
El control interno establecido por la entidad no es
satisfactorio o no existe; se deberán poner en práctica pruebas sustantivas
para determinar si existe un riesgo fiscal -cierto o incierto- y se intentará
cuantificar dicho riesgo, en caso de probarse su existencia
|
NO PROCEDE
|
A la entidad auditada no le es de aplicación la
pregunta formulada
|
Tabla
5. Significado y consecuencias de las respuestas recibidas en el cuestionario
fiscal
Ello no significa que en todos los casos las respuestas positivas estén asociadas a un satisfactorio de control interno y viceversa, sino que serán asociadas a un riesgo con arreglo a las características de cada pregunta en concreto, así como clasificadas en función de que se trate del incumplimiento de un control detectivo o preventivo.
La
segunda parte del cuestionario asigna valores numéricos a una muestra
significativa de las respuestas formuladas a las principales preguntas, para,
de esta forma, establecer el riesgo de que los sistemas de control fallen a la
hora de prevenir o detectar un error, manipulación o fraude, de forma que,
cuanto más alto sea este riesgo, mayor deberá ser, en consecuencia, el número y
la amplitud de pruebas para reducir el Riesgo de Auditoría (RA) a un nivel
asumible por el auditor.
En
este punto conviene distinguir, siguiendo a Sierra y Orta (1996, p. 89), los
dos enfoques que conceptualmente pueden hacerse de la auditoría, a saber:
1. Enfoque tradicional: en el que la estrategia de auditoría está basada
en la fortaleza de los controles, en los sistemas y en la organización del
cliente.
2. Enfoque de riesgo: su fundamento se encuentra en la evaluación de los riesgos del negocio de la entidad. La estrategia de auditoría se basa en el grado de existencia de dichos riesgos. |
Cuadro
6. Enfoques de la auditoría (según Sierra y Orta, 1996, p. 89)
La
consideración del riesgo en auditoría ha sido tratada en distintas
pronunciamientos profesionales de países como, entre otros, Estados Unidos,
Reino Unido o España.
Según
Fowler (1991, p. 151), existen los tipos de riesgo que recogemos en el cuadro
siguiente:
Cuadro
7. Tipos de riesgo (según Fowler, 1991, p. 151)
El
riesgo inherente tiene su causa en la propia naturaleza de una cuenta,
agrupación o conjunto de operaciones, independientemente de la efectividad de
los sistemas de control interno establecidos por el cliente. Se trata, por
tanto, de un riesgo consustancial que, en el caso de la auditoría fiscal, con
sus matices y peculiaridades diferenciadoras, puede ser sustancialmente mayor
que en otras áreas de una auditoría.
El riesgo de control es el riesgo de que los sistemas de control interno establecidos no sean capaces de detectar errores o fraudes significativos o de evitar que estos se produzcan.
El riesgo de control es el riesgo de que los sistemas de control interno establecidos no sean capaces de detectar errores o fraudes significativos o de evitar que estos se produzcan.
El
riesgo de detección se define como el riesgo de que los errores o fraudes
importantes -individualmente considerados o en su conjunto- no sean
convenientemente detectados por el auditor y, por tanto, den lugar a una
opinión equivocada.
Como
indica Fowler (1991, p. 152) existen razones de tiempo y coste que hacen que el
auditor base sus conclusiones en los resultados de muestreos y no en exámenes
completos de las transacciones contabilizadas. Además, esto último no garantiza
que todos los hechos que afectan patrimonialmente al cliente estén
contabilizados. Por tanto, al final del proceso de auditoría siempre hay un
mínimo de incertidumbre existiendo el riesgo de que el informe del auditor
contenga conclusiones erróneas que le generen responsabilidades.
Para
Sierra y Orta (1996, p. 128) y para Sánchez F. de Valderrama (1996, p. 222), el
riesgo inherente y el de control existen independientemente de la auditoría y
el auditor lo que hace es evaluarlos; tales riesgos se diferencian del riesgo
de detección en que el auditor sólo puede estimarlos, pero no controlarlos, es
decir, no puede ni reducirlos ni modificarlos. En cambio, el auditor sí puede
controlar el riesgo de detección haciendo variar la naturaleza, la oportunidad
y la amplitud de las pruebas sustantivas. Por ello concluyen que el riesgo de
detección es función directa de los procedimientos de auditoría.
En
este sentido, Sierra y Orta (1996, p. 134) conciben el riesgo de control en
función de la efectividad de la estructura de políticas y procedimientos del
sistema de control interno, en el sentido de que si éste es efectivo para una
agrupación de las cuentas anuales, entonces el riesgo se reduce y, en caso
contrario, se incrementa, concluyendo que el riesgo de control nunca puede ser
cero, porque normalmente en el proceso contable existen errores no detectados
por insuficiencia o fallos en el sistema de control interno, lo que equivale a
decir que "ningún sistema viable de control interno puede ser tan eficaz
que elimine totalmente el riesgo de que se reflejen errores en las cuentas
anuales".
El
AICPA (1983) establece en el SAS nº 47 un modelo de riesgo según el cual el
riesgo de auditoría se determina a partir de la siguiente fórmula:
Siendo:
RA = Riesgo de Auditoría
RI = Riesgo Inherente
RC = Riesgo de Control
RD = Riesgo de Detección
RI = Riesgo Inherente
RC = Riesgo de Control
RD = Riesgo de Detección
La
idea básica de este modelo de riesgo es, según Sánchez F. de Valderrama (1996,
p. 222), que el auditor establezca y valore el riesgo inherente y el de
control, y planifique sus procedimientos de auditoría con un riesgo de
detección lo suficientemente bajo como para que el riesgo general de auditoría
no supere un nivel aceptablemente bajo.
El
citado modelo de riesgo -principal referente de dicho concepto en el ámbito
internacional- es asumido en España por el ICAC (1991, 2.4.24) que entiende el
riesgo de auditoría como riesgo final y lo define como "una combinación de
tres riesgos diferentes. El primero está constituido por la posibilidad
inherente a la actividad de la entidad de que existan errores de importancia en
el proceso contable, del cual se obtienen las cuentas anuales. El segundo es la
posibilidad de que existiendo estos errores de importancia no fueran detectados
por los sistemas de control interno de la entidad. Finalmente, existe un tercer
riesgo, consistente en la posibilidad de que cualquier error de importancia que
exista y no hubiera sido puesto de manifiesto por el sistema de control interno
no fuera a su vez detectado por la aplicación de pruebas adecuadas de
auditoría".
Para ampliar y completar el concepto de riesgo de auditoría y su relación
con la importancia relativa -conceptos vitales en auditoría- puede consultar
nuestro Cuestionario de Riesgo Fiscal (guía fiscal de control
interno).
|
Mautz
(1970, p. 7) define el programa de auditoría como "la selección de las
técnicas y procedimientos que deben ser aplicados para averiguar la
confiabilidad de las afirmaciones contenidas en los estados financieros".
En el anexo 2, adjunto al presente trabajo, se expone un modelo de programa de auditoría en el área fiscal. Nos mostramos partidarios de enfocar cada programa de auditoría de acuerdo con las características y circunstancias de la entidad auditada, es decir, en función del encargo concreto recibido por el auditor; para ello, resulta muy oportuna y práctica la utilización de sistemas expertos en el diseño de los distintos programas de auditoría, aspecto al que dedicamos un epígrafe específico dentro del presente trabajo.
En el anexo 2, adjunto al presente trabajo, se expone un modelo de programa de auditoría en el área fiscal. Nos mostramos partidarios de enfocar cada programa de auditoría de acuerdo con las características y circunstancias de la entidad auditada, es decir, en función del encargo concreto recibido por el auditor; para ello, resulta muy oportuna y práctica la utilización de sistemas expertos en el diseño de los distintos programas de auditoría, aspecto al que dedicamos un epígrafe específico dentro del presente trabajo.
En
consecuencia, el programa propuesto no debe tomarse como un programa estándar
de auditoría fiscal ya que, coincidiendo con Cañibano (1993, p. 108),
entendemos que "no existe un programa estándar, es decir, un conjunto de
procedimientos igualmente aplicables a todas las empresas y en cualquier
circunstancia, aunque, por supuesto, siempre deben existir unos procedimientos
mínimos que, en condiciones de control interno satisfactorio, consistirán en la
evaluación y comprobación del sistema de control complementado con pruebas
selectivas de los saldos más significativos" [En el mismo sentido, Sánchez
F. de Valderrama (1996, p. 153).].
Podríamos
decir que el proceso de obtención de evidencia comienza para el auditor fiscal
privado prácticamente en el momento en que la entidad, como posible cliente,
solicita del mismo una propuesta de colaboración profesional, pues a partir de
dicha solicitud, el auditor se ve en la obligación de realizar una comprensión
-aunque reducida y previa- del negocio del cliente, del sector en que opera,
así como de las características principales del control interno existente en la
entidad. El citado proceso alcanzará hasta la entrega del informe de auditoría
que pone fin al trabajo del auditor, aunque, en numerosas ocasiones, este se
realiza de forma continua y periódica (coincidiendo con los ejercicios
económicos de la entidad auditada), por lo que el trabajo no acaba con la
entrega del informe sino que sería más correcto hablar de la finalización del
contrato de auditoría como el momento en el que se detiene el proceso de
obtención de la evidencia.
Las
relaciones de la entidad auditada con la administración tributaria se
contabilizan en cuentas de pasivo, activo, gastos e ingresos, que es preciso
analizar para comprobar si recogen la totalidad de las deudas y derechos de la
compañía frente a la hacienda pública, así como la correcta determinación de
gastos e ingresos fiscales. La conclusión del trabajo debe ser, pues, si el
importe de dichas cuentas cubre o no razonablemente, de un lado los pasivos y
las contingencias fiscales probables y cuantificables, y de otro los derechos
existentes en un momento dado, así como los gastos e ingresos precisos. [En
esta idea se incluye -de forma inherente- el que la entidad informe
adecuadamente de los hechos y datos de carácter fiscal que deben ser incluidos
en la memoria según la normativa vigente]
Para
concluir en esta área es preciso analizar no solamente la cifra de las cuentas
a través de un método deductivo, sino que es preciso detectar la existencia de
los hechos imponibles producidos y, a través de un método inductivo, llegar a
la conclusión de que las previsiones de la compañía reflejan ciertamente la
materialización del cómputo de las cuotas a pagar o a cobrar respectivas a
través de sus bases imponibles.
En opinión de De Miguel (1992, p. 17), son dos los caminos a seguir para completar la verificación del área fiscal:
En opinión de De Miguel (1992, p. 17), son dos los caminos a seguir para completar la verificación del área fiscal:
Verificación
contable (método deductivo). Análisis contable de todas las cuentas de
contenido fiscal, verificando que su contenido se ajusta a los PyNCGA de
aplicación, así como que se han realizado los pagos y/o cobros correspondientes
tanto al periodo analizado, como al que media entre la fecha de cierre y la
fecha del informe de auditoría.
Verificación
fiscal (método inductivo). Análisis de las declaraciones fiscales presentadas,
verificando que la compañía ha declarado y liquidado correctamente todos los
impuestos que se han producido como consecuencia de su situación y su
actividad.
Para
llevar a cabo el primer camino habrá que desglosar por impuestos las cuentas de
contenido fiscal, analizando los cargos y abonos de cada subcuenta, y
verificando que el saldo es correcto de conformidad con PyNCGA.
Para
llevar a cabo el método inductivo será necesario completar el programa de
impuestos utilizando los papeles de trabajo oportunos para cada uno de los
impuestos. En este trabajo tendremos que partir del hecho imponible, valorar la
base imponible, liquidar el impuesto, verificar que los ingresos a cuenta se
han realizado correctamente, y que el importe de las deudas y derechos se
corresponden con los pasivos y activos, respectivamente, que existan por cada uno
de los impuestos a la fecha de establecimiento de los estados financieros.
Orta
(1995), [Citado por Sánchez (1996, p. 221)] define la teoría de la evidencia en
auditoría como "el conjunto de proposiciones integrantes del proceso de
auditoría conectadas de forma ordenada y lógica, cuyo objetivo es dar una
explicación acerca de la opinión de auditoría emitida", dividiendo el
proceso completo de razonamiento del auditor en dos grandes etapas; la primera
de ellas de la que se ocupa la teoría de obtención de la evidencia o del diseño
del programa de auditoría, requiere un proceso lógico de razonamiento
encaminado a determinar la forma de obtenerla.
En
esta fase entraría la aplicación de los procedimientos o conjunto de técnicas
de auditoría que serán los encargados de determinar si se han alcanzado los
objetivos de la auditoría.
Debido a la vital importancia que cobra en la auditoría fiscal la puesta en práctica de los distintos procedimientos y técnicas de auditoría -principales mecanismos para obtener una evidencia objetiva-, dedicamos el apartado 2 a estudiar, de manera más específica, los distintos métodos utilizados en la práctica profesional para obtener la evidencia adecuada conforme a Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas.
Debido a la vital importancia que cobra en la auditoría fiscal la puesta en práctica de los distintos procedimientos y técnicas de auditoría -principales mecanismos para obtener una evidencia objetiva-, dedicamos el apartado 2 a estudiar, de manera más específica, los distintos métodos utilizados en la práctica profesional para obtener la evidencia adecuada conforme a Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas.
Para
el auditor, documentar adecuadamente la evidencia obtenida es de vital
importancia, pues de la calidad de dicha documentación -en el sentido de
adecuación a las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas- dependerá, en
buena medida, la responsabilidad que asumirá tras la emisión del informe en el
que expresa su opinión profesional.
Como
hemos visto, el programa de auditoría cumple un doble objetivo: por un lado
sirve de manual guiado para la realización del trabajo, por un equipo de
auditoría interdisciplinar, que -en la práctica- está compuesto por personas
que utilizan sistemas de ayuda a la decisión y sistemas expertos en auditoría,
aplicando conocimientos de distintos campos de las ciencias.
La
información que este equipo produce -que es lo que en auditoría conocemos como
"papeles de trabajo" [El término papel(es) de trabajo se ha venido
utilizando por la profesión hasta los tiempos actuales; la aparición de las
últimas tecnologías en materia de comunicación (como la transmisión y
conservación de archivos y documentos, etc.) puede ser un buen momento para
reconducir el término a una parte determinada de la información que emite el
auditor. Existe la conciencia unánime de que existen cambios importantes en el
entorno de proceso de datos, que también afectan a la profesión de auditoría.
Al respecto puede consultarse Sierra y Orta (1996, p. 217 y ss.)] -, en la
actualidad está compuesta en mayor medida de archivos y aplicaciones
informáticas de distintos tipos y características.
Por otra parte, las normas de auditoría obligan al auditor a probar frente a terceros que realizó su trabajo de manera eficiente; ello se consigue dejando constancia del cumplimiento de un modo de actuar ordenado y metódico. Trascendental para ello resulta que el auditor sea, a su vez, auditado, lo que de alguna manera se consigue sometiendo las pruebas de su trabajo a un control de calidad independiente que intentará determinar, previamente a la emisión de la opinión, si el trabajo tiene unas garantías mínimas.
Por otra parte, las normas de auditoría obligan al auditor a probar frente a terceros que realizó su trabajo de manera eficiente; ello se consigue dejando constancia del cumplimiento de un modo de actuar ordenado y metódico. Trascendental para ello resulta que el auditor sea, a su vez, auditado, lo que de alguna manera se consigue sometiendo las pruebas de su trabajo a un control de calidad independiente que intentará determinar, previamente a la emisión de la opinión, si el trabajo tiene unas garantías mínimas.
Entendemos
que la duración de esta fase debe coincidir en el tiempo con la de obtención de
la evidencia, ya que se trata de fases paralelas y nos parece importante que el
auditor vaya dejando un rastro de cómo se formó la opinión a medida que iba
obteniendo la evidencia, y no en un momento posterior.
La
información que emite y maneja de manera específica el auditor fiscal, en esta
fase de obtención y acumulación de la evidencia, está compuesta principalmente
por la que señalamos en la tabla 6:
Tipo de documento
|
contenidos principales
|
Memorándums
|
Descripción de los métodos de valoración y sistemas de control interno de
la entidad
Explicación del trabajo realizado
Problemas planteados o deficiencias encontradas y su posible solución
Conclusiones obtenidas del procedimiento realizado
Referencias cruzadas a otros papeles de trabajo
|
Cédula de importancia relativa
|
Encuadramiento de la entidad auditada en los parámetros o criterios
óptimos de acuerdo con sus circunstancias
Establecimiento de bandas de fluctuación cuantitativas para la
determinación de la importancia relativa
|
Sumarias o cédulas de ajustes y
reclasificaciones
|
Saldos en la contabilidad de la entidad y saldos correctos según auditor,
desglosados por cuentas de detalle
Ajustes y reclasificaciones recomendados por el auditor
Explicación sintética de la causa del ajuste o reclasificación
recomendado-Referencias cruzadas a otros papeles de trabajo
|
Cédulas de cálculo
|
Comprobación de cálculos complejos, tales como amortizaciones,
provisiones, etc.
Conciliación de diferencias y cálculo de contingencias fiscales
Referencias cruzadas a otros papeles de trabajo
|
Soportes externos
|
Datos obtenidos de los registros de la entidad
auditada (fotocopias, etc.)
Confirmaciones de terceros
Manifestaciones de la dirección de la entidad auditada
Referencias cruzadas a otros papeles de trabajo
|
Hoja de puntos
|
Temas de especial relevancia que deben ser tratados
y discutidos con los jefes de equipo y con los supervisores
|
Carta de recomendaciones
|
Alcance, contenido y duración del trabajo
Debilidades observadas, recomendaciones sobre el sistema de control
interno y sobre las actuaciones a emprender por la dirección
Recomendaciones sobre los estados financieros
|
Informe de auditoría fiscal
|
Limitaciones al alcance existentes, en su caso
Salvedades o excepciones a la opinión
Opinión
|
Tabla
6. Documentación del trabajo de auditoría fiscal
En
el anexo, pueden consultarse algunos modelos de papeles de trabajo utilizados
para documentar la evidencia en una auditoría fiscal.
Una
vez obtenida y documentada la evidencia el auditor debe concluir si la misma es
suficiente y adecuada para emitir una opinión o si, por el contrario, debe
abstenerse de emitir una opinión profesional. En caso positivo, es decir, de
concluir que la evidencia obtenida le permite la emisión de su opinión, el
auditor habrá de tener presente el enfoque del riesgo que hemos apuntado
anteriormente y tener en cuenta las bandas de fluctuación predeterminadas de
importancia relativa.
Sierra y Orta (1996, p. 237), definen la teoría de la evaluación de la evidencia como "la valoración final, realizada mediante un razonamiento deductivo, de la evidencia obtenida y de la impresión del auditor, considerando el principio de importancia relativa y el riesgo general de auditoría, con objeto de obtener una opinión sobre la razonabilidad con que las cuentas anuales reflejan la imagen fiel de la empresa".
Sierra y Orta (1996, p. 237), definen la teoría de la evaluación de la evidencia como "la valoración final, realizada mediante un razonamiento deductivo, de la evidencia obtenida y de la impresión del auditor, considerando el principio de importancia relativa y el riesgo general de auditoría, con objeto de obtener una opinión sobre la razonabilidad con que las cuentas anuales reflejan la imagen fiel de la empresa".
Debemos
recordar en este momento que la opinión del auditor se manifiesta tanto en el
informe de auditoría como -de forma particular o privada- en la carta de
recomendaciones o informe sobre el control interno [Cañibano (1993, p. 143),
define el informe sobre el control interno como un subproducto de la auditoría
de estados financieros, bien sea completa (dictamen sobre estados financieros)
o limitada (investigación especial de ciertos aspectos de los estados
financieros)]. En este sentido, apuntamos que si el informe de auditoría fiscal
tiene el carácter de información privada, y, por tanto, no con trascendencia
frente a terceros, ambos documentos -informe de auditoría y carta de
recomendaciones- podrían refundirse en ocasiones en uno solo, dando lugar a lo
que podríamos denominar un informe largo sobre la situación fiscal de la
entidad y sobre cómo los estados financieros recogen la misma.
Fuente: https://ciberconta.unizar.es
Qué es y por qué se hace una
auditoría fiscal
En el post de hoy vamos a explicar en qué consiste una
auditoría fiscal. Para las empresas es importante realizar este tipo de
auditorías, ya que, se trata de un elemento fundamental para conocer la
situación de la empresa.
¿Qué es una auditoría fiscal?
Una auditoría fiscal ayudará a conocer si un
contribuyente, ya sea, persona física o jurídica, está al día en sus obligaciones
tributarias, cosa muy importante ya que gracias a ello, muchas veces podremos
realizar contratos con terceros o pedir préstamos a un banco. Si no estamos al
día en nuestras obligaciones tributarias es posible que nos denieguen algunas
operaciones financieras, como la concesión de un préstamo. Es muy importante
diferenciarla de una simple auditoría contable, ya que la auditoría fiscal
además analizará si la empresa se encuentra al día en sus obligaciones de
presentación de impuesto y pago de los mismos.
¿En qué consiste?
La auditoría fiscal consiste en realizar un estudio
del estado fiscal y financiero de una empresa. En la auditoría fiscal se
analizan varios puntos para conocer la situación empresarial:
Balance: como ya sabéis por otros post, el balance es
una fotografía que nos muestra la situación real de la empresa en un momento
determinado en el tiempo, por eso es uno de los registros contables que se
analizan en la auditoría fiscal.
La cuenta de resultados: También fundamental para
conocer la situación monetaria de la empresa.
Entre otros documentos contables. A continuación vamos
a explicaros los puntos que deben analizarse para completar de manera efectiva
la auditoría fiscal.
¿Qué puntos en concreto se analizan?
Una vez os hemos explicado en qué consiste una
auditoría fiscal, vamos a explicaros, qué puntos analiza de manera concreta
para que entendáis mejor la función y la importancia de realizar la misma. Pues
bien, se analizan:
Se verifica si la empresa puede acogerse a algún
régimen fiscal específico (como puede ser, por ejemplo, la prorrata), o
si por el contrario está aplicando el mismo de manera errónea.
También se analiza el censo de empresarios,
empresarios y retenedores, para comprobar si la empresa esta efectivamente dada
de alta en el mismo, y si lo está, si lo ha hecho de manera correcta. Debéis
saber que, el modelo 036 es fundamental para las Sociedades, ya que deben
indicar en el mismo sus obligaciones respecto al Impuesto sobre el Valor
Añadido, Impuesto sobre Sociedades, Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, sus representantes legales, su domicilio fiscal y social, por
ello es fundamental que se realicen de manera correcta y bajo un estricto
control.
En la auditoría fiscal, también se analiza el correcto
cumplimiento de las obligaciones mercantiles, como es la presentación de los
libros contables.
Se analizan también los principales impuestos a los
que debe hacer frente la empresa, y en su caso, si su presentación ha sido la
correcta:
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas: para
el caso de las aportaciones a los trabajadores, se debe comprobar que la
empresa está al día en cuánto a sus obligaciones tributarias, respecto a lo que
se refiere al ingreso a Hacienda de las cantidades en concepto de IRPF de sus trabajadores.
Impuesto sobre el Valor Añadido: uno los impuestos
fundamentales a los que debe hacer frente la empresa. El IVA debe ser pagado o
ingresado a la Agencia Tributaria en función de si las empresas son o no sujeto
pasivo del mismo.
Declaración anual de operaciones con terceras personas
(modelo 347): se trata de operaciones realizadas con un mismo proveedor por un
importe superior a 3.000.-Euros.
Impuesto sobre Sociedades: el impuesto por excelencia
de las sociedades mercantiles, que deben ingresar a Hacienda por el 25% de sus
beneficios.
Impuesto sobre Actividades Económicas: más conocido
como IAE, el cual deben presentar las empresas cuya cifra de negocios sea
superior a un millón de euros.
Fraude fiscal: es muy importante que las empresas
realicen auditorías internas para controlar el fraude fiscal, muchas veces se
incurren en delitos fiscales por no tener un buen control interno de la
empresa. Es por ello que la auditoría fiscal resulta fundamental para controlar
estas situaciones irregulares que puedan producirse.
Como veis la auditoría fiscal, es muy importante para
las empresas a la hora de analizar cuál es su situación económica y financiera,
de manera que, es fundamental que contacten con profesionales auditores, que
realicen de manera periódica estas auditorías. Se trata de un proceso de
análisis muy amplio, en el cual se tienen en cuenta varios factores que
ayudarán a la empresa a conocer si se encuentra al día en sus operaciones
económico-financieras.
Como siempre nos interesa mucho conocer vuestra
opinión, de manera que hoy os preguntamos,
¿Conocíais la importancia de realizar una auditoría
fiscal en las empresas?
Tomado de https://www.deustoformacion.com