domingo, 26 de septiembre de 2010

Interesante exposición de Agustín Lizardo sobre las Transacciones Financieras

EDUCANDO A SUS MIEMBROS
La Importancia de las Transacciones Financieras
Por Agustín Lizardo
La Nueva Economía es una Economía Digital, que ha surgido de la convergencia de distintas culturas y tecnologías, entre las que se destacan la industria de las computadoras, las comunicaciones en sus diferentes modalidades, tales como telefonía, cable y satélite, así como la industria de los contenidos digitales o electrónicos, como entretenimientos, bancos de datos e informaciones, revistas y libros electrónicos y proveedores de información en sitios WEB.

En La Antigua Economía la información era análoga, es decir eminentemente física, pero en La Nueva Economía la información se presenta en bits, en forma digital, eminentemente electrónica o magnética. Por eso, hoy día, un altísimo porcentaje de todas las informaciones que necesitamos los auditores se encuentran en medios computarizados, es decir son “virtuales”.

Otra característica de esta Nueva Economía es que posee una infraestructura que le sirve de sustento y la cual, por su naturaleza, es tecnológica y digital. Nos referimos a la ya famosa Autopista de la Información o INTERNET. Esta infraestructura abarca el mundo entero y está conformada por una gran y compleja red de dispositivos informáticos, interconectados por cables, teléfonos y satélites. Es a esta poderosa infraestructura que hemos llamado el ESPACIO VIRTUAL, mundo donde se lleva a cabo el Comercio Electrónico.

El Comercio Tradicional se caracterizaba por la realización de transacciones con la
presencia física de las partes involucradas, y en las que se originaban documentos
físicos como prueba o evidencia de dichas transacciones. Las Tecnologías Informáticas de Comunicaciones han alterado todo este panorama y ahora podemos realizar grandes transacciones, comerciales y financieras, en las que los actores principales se encuentran a mucha distancia entre ellos, pero las mismas se llevan a cabo de forma inmediata, en tiempo real, produciendo evidencias virtuales, que sólo existen en medios digitales. Esta nueva realidad ha dado lugar a lo que hoy denominamos Comercio Electrónico.

Muy unido al Comercio Electrónico están los Medios o Sistemas de Pago, que han
adoptado la forma de Tarjetas de Crédito, Tarjetas de Débito, Cheques Digitales,
Transferencias Electrónicas entre cuentas y, en sentido general, el Dinero Electrónico.

Uno de los aspectos que más nos interesa, relacionado con el Comercio Electrónico,
tiene que ver con la importancia y el volumen que éste ha alcanzado en la Economía
Digital. En el área de sistemas se dice que uno de los elementos o factores determinantes de la complejidad de cualquier sistema lo representa en volumen de transacciones u operaciones que deben ser manejadas y procesadas. En este sentido, la complejidad de los sistemas financieros y de pagos es enorme, ya que el número de
transacciones que deben procesarse diariamente está por encima del trillón, es decir más de mil billones de operaciones. De hecho, desde al año 2000 las transacciones del Sector Financiero han superado las de Manufactura, tanto en cantidades, como en
montos y utilidades.

Esta situación, de por sí espectacular, nos indica claramente el gran reto que tenemos
por delante los auditores, en el sentido de poder revisar la integridad y validez de las cifras financieras que son presentadas por las diferentes empresas clientes. Las compras de bienes y servicios por Internet alcanzan ya la suma de más de 8.5 Trillones de Dólares. En cuanto a la cantidad de pagos, estos han sobrepasado los 127
billones, lo que indica claramente su uso extendido, en el que participan más de 90
millones de servidores y un Billón (Mil Millones) de Usuarios.

Todos sabemos la importancia de los mercados de valores en las finanzas internacionales y en el manejo y la administración de las inversiones empresariales.

Prueba de esto y de su importancia cuantitativa, recordemos que en días recientes, cuando ocurrió una baja sensible en los indicadores de los principales mercados de bolsa, se transaron unas 4,500 millones de operaciones de inversiones, sólo en la bolsa de New York, lo que representa más de 10 transacciones por cada norteamericano, o más de 300 por cada persona que vive en la República Dominicana.

Si miramos al mercado de los productos financieros derivados, una de las grandes
innovaciones recientes de la Ingeniería Financiero y un verdadero dolor de cabeza para los auditores, nos encontramos que los instrumentos derivados actuales y en vigencia sobrepasan del trillón, y su valor asciende a una suma mayor de los 100 trillones de dólares, de manera que, en caso de querer hacer efectivo dichos instrumentos, la suma de todas las monedas mundiales en circulación no serían suficientes para poder hacerlo.

De nuevo vemos aquí una situación que significa un grande y verdadero reto para el
trabajo y la responsabilidad de los auditores. Para que se tenga una idea del monto de
que estamos hablando, este representa el valor total y global de toda la producción
manufacturera en el último milenio.

Por otra parte, si nos enfocamos en un país pequeño, como la República Dominicana,
tenemos que en su sector financiero se procesan unos 4 millones de transacciones diarias, o unas 1,000 millones de transacciones por año.

Otro ejemplo revelador nos señala que en la Internet existen unos 53,000 sitios de juegos de apuestas, en el que participan unos 650,500 jugadores y se manejas más de 12,900 millones de dólares.

Los datos mencionados anteriormente, sin necesidad de abundar más, nos permiten
concluir que el alto número y volumen de transacciones financieras que se efectúan en los sistemas financieros locales e internacionales representan uno de los factores importantes que hacen cada vez más delicado y exigente el trabajo de nosotros los auditores.

Los últimos resultados y desarrollos de los mercados financieros mundiales nos
confirman estas inquietudes y preocupaciones.