El emprendedor responsable no puede esperar a que las vías de salida a
los problemas de financiación descritos anteriormente provengan del
Estado. Hay que ser activos, y para ello conviene revisar el plan de
negocio de manera que puedan ponerse en práctica los diez mandamientos
financieros para emprendedores. Que son éstos:
1. Dar prioridad a actividades que generen caja:
Aunque no pertenezcan al “core business” del negocio, o no sean las
funciones que más apetezca desempeñar al emprendedor. Conviene empezar
de manera humilde con trabajos que permitan empezar lo antes posible la
entrada de liquidez.
2. Aliarse con socios estratégicos que aporten activos necesarios:
La financiación del emprendedor se destinará en buena parte a financiar
activos. Si un socio puede permitir el acceso a ellos al emprendedor
sería aconsejable llegar a un acuerdo o alianza (vía entrega de
acciones, por ejemplo), que se traduzca en una reducción de necesidades
financieras.
3. Pedir poco dinero a los inversores:
Y lo poco que se pide, poco a poco. Las pretensiones elevadas asustan a
los inversores. Además, si se ajustan las rondas de financiación a los
hitos conseguidos se obtendrán mejores valoraciones por el negocio y un
menor coste de capital.
4. Seguir un enfoque 80-20 en el diseño de productos:
Relacionado con el primer punto, conviene que el emprendedor disponga
de una versión funcional lo antes posible para salir al mercado y
empezar a generar caja. En el diseño de productos se cumple la ley de
Pareto: el 20% final de las especificaciones consume el 80% del tiempo
total de desarrollo.
5. No malgastar dinero en patentes o demás defensas que tienen poca utilidad:
Las patentes son inútiles si no se pueden defender. Y para defenderlas
el emprendedor necesita dinero (que no tiene). Salvo casos
excepcionales, conviene que el emprendedor recurra al secreto
industrial. Lo dicho respecto a las patentes es aplicable a otros gastos
superfluos en la fase semilla.
6. Limitar el inventario: Supone una elevada inversión cuando menos recursos se dispone.
7. Seleccionar a los clientes:
Favorecer el cobro anticipado concediendo descuentos es mucho mejor que
conseguir mejores márgenes dando crédito a clientes. Estamos en el
mismo caso que el punto 6. Se necesita financiación adicional, en este
caso para dar créditos a clientes. Además, es preferible un cliente
discreto o desconocido que pague antes o permita el acceso a un
confirming a otro de más nombre pero que tensione nuestra tesorería.
8. Buscar competencia en proveedores: No sólo para conseguir mejores precios, sino también mejores condiciones de pago.
9. No incurrir en costes fijos salvo fuerza mayor, en especial personal laboral:
Cuando más use el emprendedor la subcontratación más fácilmente llegará
al punto de equilibrio (disminuye el peso de los costes fijos). En
situaciones de crisis, este punto puede salvar al proyecto de la
quiebra.
10. Endeudarse sólo si se puede devolver la deuda con recursos generados intrínsecamente: Ya comentado sobradamente al principio de este artículo.
El emprendedor que se haya involucrado financieramente en su empresa y
consiga por sus medios demostrar que el negocio es capaz de generar
caja, será el que mejor consiga superar el equity gap y acceder a
financiación para un posterior impulso.